Litiasis renal

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La litiasis renal es la enfermedad que agrupa todos los tipos de cálculos renales. La formación de estos cálculos suele darse en las cavidades renales, sin embargo, también pueden formarse en el resto de vías urinarias (uréter y vejiga) por donde pasa la orina hasta ser expulsada.


Cuando los cálculos renales presentan un tamaño superior al de los conductos urinarios por donde se desplazan, quedan retenidos y obstruyen el paso de la orina. Como consecuencia se produce un cólico nefrítico.

La relación de los principales tipos de cálculos renales según su composición y el pH de la orina es la siguiente:

Un pH urinario inferior a 5.5 favorecerá la formación de cálculos renales de ácido úrico, cistina y oxalato cálcico.

Un pH urinario superior a 6.2 favorecerá la formación de cálculos renales de fosfato cálcico, estruvita (o infecciosos) y oxalato cálcico.

El control del pH urinario nos permite prevenir la formación de cálculos renales y tratar su expulsión con mayor facilidad.

Para tratar y prevenir los cálculos de cistina, se recomienda mantener el pH urinario entre 7.5 y 8.



Estos son los tipos más comunes:


•Cálculos renales formados por oxalato de calcio: constituidos de calcio y un ácido orgánico.
•Cálculos renales compuestos por fosfato cálcico, que es un tipo de sal que combina calcio y fósforo.
•Cálculos renales de ácido úrico, un compuesto formado cuando el organismo descompone sustancias denominadas purinas.
•Cálculos renales derivados de la rotura de proteínas: comunes en la infancia.

Litiasis cálcica. Es la causa más frecuente de litiasis. Representa hasta el 75% de todos los casos. Los más comunes son los cálculos de oxalato cálcico. El aumento en la calciuria se origina por diversos factores, entre los que se incluyen el hiperparatiroidismo primario, la hipercalciuria idiopática, la acidosis tubular renal, la hiperoxaluria, la hipocitraturia, la hiperuricosuria y la litiasis idiopática.

Litiasis no cálcicas. La litiasis de fosfato amónico magnésico, más conocida como litiasis de estruvita, constituye el 15% de las urolitiasis. Los cálculos de estruvita se forman cuando el tracto urinario está infectado por bacterias productoras de ureasa, que hidrolizan la urea y la transforman en amoníaco y dióxido de carbono. Este proceso produce una alta concentración de bicarbonato y alcaliniza el pH, lo que favorece la formación de cálculos. Los gérmenes implicados son cepas bacterianas pertenecientes a los géneros Pseudomonas, Klebsiella, Staphylococcus y Micoplasma; así pues, ante una infección producida por cualquiera de estos gérmenes es fundamental controlar el pH de la orina y descartar la presencia de un cálculo renal.

La litiasis de ácido úrico representa aproximadamente un 5% de las litiasis. Los principales determinantes son la sobresaturación urinaria con ácido úrico, el pH de la orina, la hiperuricosuria y el volumen urinario. Este tipo de litiasis aparece en pacientes con gota, trastornos mieloproliferativos, pérdidas rápidas de peso corporal o en tratamiento con quimioterapia. Las alteraciones gastrointestinales tales como los estados diarreicos y las enfermedades inflamatorias crónicas producen un aumento de la concentración urinaria de ácido úrico por una disminución del volumen de orina debida a deshidratación y disminución del pH urinario por pérdida de bicarbonato a través de las heces.

El espectro clínico es muy variable. Las manifestaciones clínicas de la urolítiasis incluyen: hallazgos analíticos (microhematuria, leucocituria), cólico nefrítico, síndrome miccional irritativo, infección urinaria, pionefrosis, etc.

Prevención: Además, varias medidas dietéticas generales pueden permitir un mejor control de la enfermedad, como el incremento en la ingesta de líquidos, preferentemente agua.

Es esencial seguir una dieta baja en calorías, con poca sal, limitando las proteínas animales, los azúcares y el alcohol. La litiasis cálcica se asocia a ingestas elevadas de sodio. Verduras como la espinaca, ricas en oxalato cálcico, están contraindicadas en estos casos. Tampoco son recomendables alimentos como el cacao, el café, el té, los frutos secos, etc. Beber una cantidad 2-2,5 litros también es fundamental para mantener la orina diluida y así eliminar las piedras en el riñón. El agua, el limón y las infusiones diuréticas son un remedio muy efectivo.

El hiperparatiroidismo primario es una de las principales causas de litiasis renal asociada a hipercalcemia.

La urolitiasis es una enfermedad crónica, que suele cursar con episodios agudos bastante intensos a los que siguen períodos asintomáticos u oligosintomáticos.
 
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