¿Sabías quien inventó las gafas?

marina

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La base teórica para la aparición de las gafas las puso el astrónomo y físico árabe Ḥasan ibn al-Hayṯam (Alhacén). En su libro más importante: Libro de óptica (1011 -1021) demuestra dos ideas fundamentales: la primera es que vemos los objetos porque reflejan la luz del Sol y la segunda es que los ojos no son los responsables de que veamos, sino el cerebro.

Alhacén fue el primero en sugerir que las lentes pulidas podían ayudar a las personas que no veían bien. En 1240 su libro llegó a Europa, donde fue traducido al latín. Aquí encontró un público interesado, que retomó la investigación. Primero fue el inglés Robert Grosseteste, con su tratado De iride (Sobre el arco iris) (1220 -1235).

Supuestamente, existen otras pistas. Por un lado, Giordano da Rivalto en la basílica de Santa María Novella de Florencia, escribió el 23 de febrero de 1305: "No hace aún veinte años que se encontró el arte de hacer lentes (occhiali), que hacen ver bien, que es una de las mejores artes y de las más necesarias que el mundo tenga” Ese texto se encuentra en la Biblioteca Mediceo Laurenciana de Florencia, que conserva más de 11 000 manuscritos.
Otra pista son las crónicas del monasterio dominico anexado a la iglesia de Santa Caterina d'Alessandria en Pisa, que menciona a un monje llamado Alessandro della Spina.

El invento no tardó en propagarse: en 1301 en Venecia se promulgaron normativas que regulaban la venta de anteojos. Estas primeras gafas, consistían en dos lentes biconvexas hechas de cuarzo transparente, berilo o vidrio de Murano, incrustadas en monturas de madera o de asta de vaca y colocadas directamente sobre la nariz (los llamados quevedos). Para poder llevarlas más tiempo se inventaron gorros con alambres, banda de cuero...

Las patillas no aparecieron hasta el siglo XVIII.
El primer cuadro donde se ve a alguien usando gafas, es un fresco de la sala de un convento de Treviso.

La primera óptica del mundo se abrió en 1466, en Estrasburgo. Entonces nadie sabía por qué servían, hasta 1604, cuando el astrónomo Kepler Johannes explicó por qué las lentes convexas podían corregir la presbicia y las cóncavas, la miopía.
 
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